jueves, 28 de diciembre de 2006

SINFONIA DE SU ALMA

Un reflejo de su alma, se vislumbra en su voz,
tiene un tono muy sereno...tan pausado...seductor,
todos beben de su brillo, todos saben...ella no.

Nada escapa de su halo, de su encanto escrutor,
la sublime discreción se complace en su esencia.

Lo mediocre siempre pesa, otras veces es dolor,
se lastima con lo obvio, con el caos, con el horror,
y abren hondas sus heridas, la profana imperfección.

Muchos aman la mentira, y se visten de razón,
otros muestran su miseria, en el ego, con su voz,
ellos viven su comedia, (la peor de las cegueras),
la fantástica quimera...las delicias de un actor.

Sus latidos lo perciben, su intuición es otro aliado,
la menoría no perdona, y a menudo...es muy cruel.

Y si el mundo, en un punto, gira siempre de revés,
ella colma de elegancia, los desvíos mas vulgares,
la soberbia está en su alma, pero en ella, sienta bien.

¿Dónde guarda, (sin espinas),el torrente cotidiano?...

¿La mentira, los agravios, la nefasta asimetría,
la mediocre osadía...sus principios desgarrados?.

La bajeza de los hombres, todo mancha, todo pisa,
se devoran los principios, se mixturan con la brisa.

Pero hay algo en su alma, un mensaje...(un recado),
sutilezas de un legado que te arrastra con su prisa,
que se abraza a tu alma...y te envuelve con su risa.

La prudencia no es belleza, ni lo bello honestidad,
y ella juega en un misterio, en su esencia, en su azar.

“Natural sensualidad, sofisticada exquisitez,
dos matices que se mezclan en un todo,
dos virtudes que se funden a su modo”.

Armonía de un secreto, la belleza en madurez.

Ello inquieta al imprudente y lo esconde en su voz,
muchos beben del secreto, muchos saben...ella no.

Delicado discurso y el peso de la verdad,
la brutal honestidad, el estigma de su encanto;
la entereza de ser franco, (nada escapa a su condena),
el engaño tiene pena, en su vasta inmunidad.

“La prudente convicción, (confidencia bajo llave),
las ventajas del silencio y su innata comprensión;
compromiso con la vida, con lo bello y el dolor,
asombrada en la maraña, de la ajena condición”.

“El camino más correcto, y el sendero del pudor,
el encanto admirable de las cosa más sencillas,
las pequeñas maravillas, y una pausa en el amor.

El deseo de ser madre y su estigma más sagrado,
lo que el tiempo ha madurado, y el buen fruto del amor.

Son sutiles las aristas que componen su existencia,
y aunque es poco lo que muestra, en sus ojos está el fulgor:

Dos espejos de su alma y el reflejo de su calma,
los que rompen su silencio en disputa con su voz.

Si te afliges del entorno, si no llegas a entender,
y tu vida (día a día), es su péndulo filoso,
acechando tu reposo, animado en un revés.

¿Viste al sol de la mañana, a la noche al fin caer?,
su vaivén es este mundo...

Y en su absurdo...eres quien.

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