La comedia más humana,
(displacer y algarabía),
hoy ansía un nuevo reto.
Y es la tierra el escenario,
su grotesco imaginario,
quien invita a la herejía.
-En el don de su estadía,
se prometen dar sentencias.
Pues vivir tiene su precio,
y la infamia no distingue,
a quien juega con la suerte,
o al que paga por su vida.
Pero el precio es disperso,
y en su opuesta sintonía;
una forma se establece,
con acordes muy inversos.
“Que la vida es sinfonía”.
y sin tonos tan adversos”...
¿Como juzga el universo,
una hermosa melodía?.
jueves, 28 de diciembre de 2006
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