jueves, 28 de diciembre de 2006

MADRE TIERRA

Generosa madre tierra,
yo proclamo tu herejía:

Tantos muerto sin sentido,
tantos vivos, ya sin vida.

Pese al llanto, pese al hombre,
a los pobres, y a la orgía,
a tu falta de cordura,
al mal nombre del amor,
y a sus formas de tormento.

Generosa madre tierra,
sin embargo...
yo proclamo tu herejía.

En los brazos de un amigo,
en la euforia de un buen vino,
en las piernas de una dama,
y en la sorna del bribón.

En tu hermosa melodía,
el tabaco y su calvario,
la mujer de mil encantos,
y en el precio de su amor.

En los ojos de mi niño, su mirada inmaculada,
un te quiero sin palabras, (la pureza consagrada),
una tregua con la vida...mi retorno a la oración.

Es por eso, madre tierra, que proclamo tu herejía,
pese al frío de tus días, y a tu falta de cordura.

Pues tu cruda asimetría,
en un acto intrascendente,
cobra un precio a la alegría,
bajo un manto complaciente:

Otro día diferente,
un milagro alrededor.

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