jueves, 28 de diciembre de 2006

PRINCIPIOS DE LA NADA

Un preludio de mañana,
me adelanta su sentencia,
se devora mi paciencia,
y se asocia con la nada.

En la trama de su encierro,
el sopor da el movimiento;
y un forzado pensamiento,
se eterniza en otra pausa.

Orden quieto que arrebatas,
(te adormece en lamentos);
deja mudo al sentimiento,
resignándose a la calma.

Si a su paso queda nada,
algo estalla en un cimiento,
es un grito de escarmiento,
de otra idea sin palabras.

Líneas de Autor

Otra línea me atraviesa,
con hedionda persuasión.

Imprudente conmoción,
(el absurdo sigue vivo);
y este instinto asesino,
muere en fábulas de sol.

Nobles causas del rencor,
y en los otros, el extraño;
un fantasma imaginario,
el peligro,... o el amor.

Nadie dice por favor,
todos hablan de si mismo,
y en su idílico cinismo,
otra línea me cruzó.

Liviandad de corazón,
la mirada es afilada,
bajo el pelo bulle nada,
y en su boca la razón.

Demasiada imitación,
en el circo muta el necio;
yo les niego mi desprecio,
en aprecio a mi intuición.

Y otra línea me atraviesa,
se que es ella, (no fui yo).

Invernal generación:
¿por qué hablas de sentido;
si eres presa en exilio,
aturdida de ese don?.

Tu asesino, corazón,
fue un quebranto de quimeras,
y el espanto, fue una estrella,
tenue luz de la razón.

Yo que amé la inspiración,
al final fue mi querella,
y el presente que me aqueja,
mi constante rebelión.

El tumulto interior,
ve su paz en lo que resta;
las memorias viven presas,
en las fiestas del adiós.

No perdí mi religión,
lo presiento, habrá mutado;
a mi gusto he modelado,
el pecado y el sermón.

La confianza fue un valor,
y un revés de la prudencia,
en su blanco, la inocencia,
en mil llagas se esfumó.

Mi supuesta perversión,
carga el peso de la calma,
si prescindo de otra arma,
es por laxa convicción.

Permanente decisión,
el apuro de los otros,
y el absurdo mira absorto,
la condena en mi reloj.

Muchas veces no fui yo,
y soy tantos como puedo;
a los necios yo les vendo,
ellos compran por mayor.

En los sabios sin patrón,
mi condena es de cretino...

Mi sonrisa es un despido,
resentido en el adiós.

Me deshice del honor,
(mi ramera en la miseria);
¿o tan solo fue otra histeria,
de este ego adulador?.

En mi fe de cuarentón,
la codicia fue un estrago;
el consumo un infarto,
mi fantasma inquisidor.

Y otra línea me atraviesa,
sé que es ella, (no fui yo)

A unos pocos quiero yo,
y con eso es suficiente;
lo demás es remanente,
un vaivén de la ocasión.

La sonrisa es otro don,
antifaz de mis razones,
somos muchos escorpiones,
con inversa convicción.
Si al final no fui doctor,
ni tampoco un desperdicio...

Fue por falta de otro oficio,
y en la nada de otro error,
que un siniestro ejercicio,
hoy bendijo, mi expresión.

ILUSION DE UN PRESENTE

Quien presuma de estar vivo,
(porque todo tiene plazo),
ya padece del atraso,
que le marca su reloj.

La certeza de este hoy,
no es tan solo un aforismo,
pocos viven sin su limbo,
con refugio en el sopor.

Tiempo ausente de un guión,
y una lógica perdida;
zozobrando a la deriva,
viaja en barcos sin timón.

Porque ciega la razón,
y su fábula esta muerta,
con si misma es que conversa,
la inconexa relación.

En su ingrata deserción,
el presente es otra idea;
y el pasado una moneda,
que mendiga su ilusión.

CUESTA ABAJO

Cuesta abajo va el avaro,
hoy su tiempo expiró.

Y en un trémulo estertor,
tanto ímpetu pedante,
solo goza de un calmante,
usurario en su millón.

Hoy su ego adulador,
a su cuerpo se ha rendido,
la condena es el vacío,
de la herrumbre que juntó.

Su penosa privación,
fue una irónica premisa,
el pasado fue una brisa...

Algo eterno su cajón.

El vetusto opresor,
desertó de su riqueza;
y en la suma de miserias,
a su anemia sucumbió.

Y en lo rancio de su don,
los tesoros no consuelan...
Mil deseos son la huelga,
de su cuerpo en rebelión.

Su grandeza es de señor,
y hoy sin brillo se difama;
su banquete, son migajas...

La sentencia fue un doctor.

¿No intuiste gran ladrón,
que la muerte no negocia?;
¿Que los años no se compran,
y es lo eterno otra ilusión?.

Cuesta abajo va su vida,
la burbuja se esfumó;
y en su efímero sopor,
grita un último deseo:

Una hoguera en su dinero,
(por si el diablo es usurero);
veinte pobres con su duelo...

Cinco dentro del cajón.

Tan vulgar es tu adiós,
como el yugo que te anima.

En la rosa que declina,
las espinas son legión.

¡Ah bendita perversión,
de lo tenues personajes!;
¡tanto efímero linaje!,
¡tanta frívola actuación!.

Hoy la espera es impaciente,
tu indigencia es un adiós.

Y en un juicio sin rencor,
(porque el resto sigue vivo),
goza célebre el bullicio,
con su olvido redentor.

MALDITA CONDIXIO

Hombre...

Hoy tu nombre has perdido,
en lo indigno de un legado;
pesa un orden derrumbado,
cuelga extraño el crucifijo.

Tu razón y el sin sentido,
se han fundido en cuestiones;
sus cimientos son prisiones,
de tus libres albedríos.

En tu hambre de sentido,
hoy tu ego no ha olvidado,
las premisas de un legado,
que se ufanan del destino.

Y en la risa hay un juicio,
con el peso de un absurdo:

¿Mora un alma bajo el yugo,
de tu cuerpo primitivo?.

Si entre tantas conjeturas,
eres soma o ser divino,
con revuelo en el sentido,
la respuesta sigue ausente.

Muda sombra convergente,
entre tierra y paraíso,
que entrelaza tus angustias,
a su inerte maleficio.

Bendición de un crucifijo,
que en la cima te ha postrado,
y en tu cuerpo, el desamparo,
vio en la mística un ritual.

En la culpa o en el mal,
la manzana fue inocente;
y en su drama negligente,
no te nombra ya animal.

Y aunque esto lo presientes,
sientes vivo el estertor;
gime oscuro el desertor,
en tu ego que lo advierte.

Virulencia del conciente,
y tu aroma es denunciante.

Sorda grieta difamante,
reprimida en un modal.

En tu alma, (el animal),
fue un primario sacramento,
su intestino escarmiento,
a tu ausente humildad.

¡Deja ya de indagar,
la razón te niega el juicio!

Porque este, (tu destino),
hoy devuelve prepotente,
esa esencia tan hiriente,
a tu ancestra vanidad.

Un esquivo interrogante,
que inquietante desdibuja,
una intrusa paradoja,
en tu aroma y en tu aliento.

Cuerpo y alma conviviendo,
en un lazo sin igual.

¿Quién dice que seas?...

¿Mentira o verdad?...¿falaz fundamento?.

¿Un muerto sin tiempo, que a medio camino,
perdió su destino y osó despertar?;

¿o un alma carnal, proyecto en despojo;
el Dios hecho mono, perpetuo en su umbral?

Tu afán y existencia, son solo acertijos,
secretos vestigios de un sordo ritual.

Si acaso al final, lo cierto, no es cierto.

Hay dioses de viento, detrás de una gloria,
vistiendo de euforia, su gran desacierto...

Y el todo es concepto...de un vil marginal.

PARADOJA

Una brisa de nostalgia,
me sacude del letargo,
es el eco de otro año,
que se va sin un adiós.

La memoria es un reloj,
con agujas muy inertes...

Un fluir indiferente,
paradoja de ese error.

¿Dónde van las maravillas,
y su himno imprevisible?.

¿Es que brillan por ausentes,
o el pasado fue mejor?

¿Como muere el asombro,
bajo un sol indiferente?.

¿Porque vive así esa gente,
a la sombra de un rincón?

LA SALA DEL OLVIDO

EL MUSEO DE UTOPÍA,
ES UN CULTO A LA MEMORIA,
ES LA OBRA DE UNA SOMBRA,
DELEGADA A NUESTROS VIVOS.

SE PRESUME FUE EL TRIBUTO,
DE UN FANTASMA RENEGADO,
QUE HA NEGADO SER DIFUNTO,
POR SU MIEDO A ESTE OLVIDO.

ALGUIEN SUPO DE SU NOMBRE,
ALGUIEN ODIA BIEN SU OFICIO.

YA NO HAY RASTROS, NI HAY SEPULCRO,
NO HAY LEGAJOS, NI HAY ARCHIVOS.

LA VITRINA DEL OLVIDO,
DEL MUSEO DE UTOPÍA,
TIENE UN LIBRO MUY AJADO.

Y UN LEGADO DE ESA SOMBRA,
ES LA IMPRONTA DE ESTE FRÍO.

HACE DECADAS QUE DUERME,
EN LA PIEDRA Y EN EL POLVO;
DONDE ARROJAN LOS ESTORBOS,
EN LA SALA DEL OLVIDO.

POCOS VEN SU CONTENIDO,
NADIE QUISO SER TESTIGO.

CON LA FURIA DEL PREJUICIO,
SIN MAS JUICIO QUE LA PRISA,
FUERON HOJAS DE UN BUEN ÁRBOL,
DESPARRAMO DE UNA BRISA.

TREINTA MIL FUERON LAS OTRAS,
EN UN VUELO DE ALAS ROTAS,
Y A LA IZQUIERDA DE ESE ODIO,
SANGRE A CAMBIO DE JUSTICIA.

HOY SUS BRIOS TAN LEJANOS,
SON QUIMERAS Y OSADÍA,
UN RUMOR EN EL PASADO,
SU SILENCIO A LA DERIVA.

YA NO HAY RASTROS, NI LEGAJOS,
NO HAY ARCHIVOS...YA NO HAY PISTAS.

EN EL FONDO DE UNA SALA,
MUY DEBAJO DEL ESCOMBRO,
SIMULADA POR EL POLVO,
YACE INERTE UNA VITRINA.

SE PRESUME FUE EL TRIBUTO,
DE UN FANTASMA RENEGADO,
QUE SE NIEGA A SER DIFUNTO,
EN LA AMNESIA COLECTIVA.

TIENE UN LIBRO MUY AJADO,
FUE UNA TORPE INDIFERENCIA;
ANESTESIA, LETRA MUERTA
IGNORANCIAY LETANÍA.

YA NO HAY PISTAS. NI HAY LEGAJOS,
YA NO HAY RASTROS, NI HAY ARCHIVOS...

EL MUSEO DE UTOPÍA,
ES UN CULTO A LA MEMORIA,
ES LA OBRA DE UNA SOMBRA,
DELEGADA A NUESTROS VIVOS.

HACE DECADAS QUE DUERME,
EN LA PIEDRA Y EN EL POLVO...
DONDE ARROJA SUS ESTORBOS,
LA MEMORIA ARGENTINA.